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30 septiembre 2005

días de vino y rosas (-72)

¿Quién, decidme, quién se acordará de vosotros cuando yo me haya ido, tristes comparsas? ¿Quién rezará por vosotros? ¿Quién os llevará flores cada veinte de julio si fui yo quien robó la huella, domeñó las tormentas, devolvió el águila al nido? Aún no os habéis ido y ya me lo debéis todo.

29 septiembre 2005

cortejo (-73)

Dicen que te vieron subir a un camión, caminito de Francia. Aterida de frío, arrebujada en tu manta. Levantada en mitad de la noche, sin tiempo para salvar tu peine ni mis cartas. ¿Les dijiste a los soldados que estabas enferma del corazón, que pensábamos casarnos cuando volviese del frente, que...? Subida a un camión, junto a tu madre y tu hermana. Y mientras, yo perdiendo una guerra... hasta el último aliento perdiendo una guerra, batalla tras batalla.

Fotografía extraída de la página web de la SBHAC

26 septiembre 2005

béla (-74)

Veo surcos manchados de tinta, de sangre, de vino de algún odre reservado solamente para quienes pueden pagar tanto sudor y tan grande sufrimiento derramado en unas gotas. Veo almendras olvidadas en el fondo del plato, en el fondo del vaso un poso de vino, recuerdos de un tiempo en que la cosecha era buena nueva y negocio bien recibido.

25 septiembre 2005

zoltán (-75)

Acaricia las cuerdas. Deja posarse el corazón en cada uno de los pasos con que huellas esta tierra. ¿Ves combarse los cuerpos? ¿Ves el sol caer a plomo? Tus pies no andaban errados: llegaron en época de venenos, de luz, de vendimia. Aquí se quedan. Ahora ve y dile al mundo que ésta y no otra es la música de estas tierras.

23 septiembre 2005

al olor de la tierra (-76)

Se va llenando la tarde de aves de bajo vuelo. Parece que quieran evitar algo con su planear ligero, con su aliento ceñido al suelo. ¿Son acaso sabedoras de la lluvia de verano que se cierne sobre el mundo?
Escucha, ya parece que nos llega. Ya llega la primera lluvia, ya nos llueven las disculpas. Y nosotros, a cielo abierto. Preferimos mojarnos al amparo, al olor de la tierra, al respirar del cielo en sonora turbulencia.

La fotografía es © James C. Richardson

20 septiembre 2005

neil armstrong recuerda desde la luna (-77)


Vuelvo al papel, al amor en la bañera, a la hora de la cena, en la cama, en la nevera. Vuelvo al agua, a la tormenta... Pero esta vez la tormenta está fuera. Esta vez la tormenta está dentro o está fuera, qué más da si ya hemos aprendido a vivir con ella, a cabalgar sobre el rayo, a domesticar las piedras para que no nos caigan en la cabeza. Hemos desaprendido a querer, a no desaparecer, a no empequeñecer porque nos sabemos grandes, pararrayos gigantes de lo que está por venir. Las tareas de la casa eran tan dulces como besarse cuando se hacían a cuatro manos, a otras tantas patas, en la cama, en la bañera, a la hora del desayuno o de la cena...

16 septiembre 2005

o eugénio (-78)

Acuéstese, padre, que hoy ya segó los campos con su abrazo de oro. Esta mañana, temprano como todos los días, nos trajo la alborada temblándole en la palma de las manos. Este día no volverá a repetirse. Esta luz, estas nubes, estos árboles... ¿Será que nos invadió la blancura? ¿Nos poseyó la alegría?
Páseme el pan, padre. Esa será la única miga que robará hoy este pájaro. Siempre huidizo, pero siempre sincero. ¿Leyó el artículo de su amigo António en el diario? Decía que usted había muerto. Y que era el poeta más grande de la lengua portuguesa. Eso yo ya lo sabía, padre, qué quiere que le diga. Son tantos años viéndole navegar sereno, comer siempre la manzana más dulce, recoger la luz del almez... Pero que usted había muerto.

Acuéstese, padre, que ya se pasó la vida segando los campos con su abrazo de oro.

É junho? É setembro?
É um dia
em que estou carregado de ti
ou de frutos,
e tropeço na luz, como um cego,
a procurar-te.

15 septiembre 2005

el hierro y el vino (-79)

Has venido siguiendo unas huellas, pisando crisantemos, jacintos, gardenias. Llamas a mi puerta, pero ¿qué buscas? ¿Redención, amor, confesión, penitencia, castigo? No puedo otorgar. Sólo soy el guardián, tu reflejo invertido en un ojo más limpio. Sigue buscando.

La búsqueda en uno, dos, tres, cuatro y cinco pasos.

13 septiembre 2005

(haciendo tiempo)

(La música que estoy escuchando ahora mismo es ésta. Me apetecía compartirla.)
Shhh. No vayan a despertarme.

06 septiembre 2005

ausencias (-80)

Un día leías las hojas del árbol, otro día la tierra, el agua en el vaso o adivinabas un accidente en mi mano.
Ojalá pudiese hacer un catálogo de todas las cosas que amamos y tan pronto olvidamos.

La fotografía es © Sebastian Szwajczak

05 septiembre 2005

historias del circo (-81)

¿Puedes sentir todas y cada una de las hojas del árbol moviéndose a un ritmo propio, heredado del aire, robado al viento en invierno, anclado en el tiempo, en la historia, estacionado en el polvo y en la certidumbre de saberse vivo cuando ya tantas veces ha muerto?
El algodón de azúcar descansa en el suelo comido por los insectos.
Sudan los hombres, tensan la lona y se quiebran sus corazones en polvo de mil harinas. Suena la flauta bajo la carpa ligera, brilla el destello del arte certero, acompaña a la vida el sufrido sueño de querer ver vino añejo donde no hay más que caldo rebajado con el agua de la fuente, la engañifa de arrebatar grado al sol que corre a ponerse.
Los aplausos le dan la bienvenida al genio de la acuarela, mágico nuevo reclamo para atraer al público a este mundo de brutos levantacorchos y travestidos embutidos en trajes de carne humana mientras las noches se alargan plagadas de brujas y de aquelarres, de pintores y de horrores de una guerra que no acaba.
Rodeado de tanto cielo que es soledad en la tumba más honda, contemplo los días y especulo con el sentido de lo que fue una vida llena de tanto espectáculo y sencilla estafa a la luz de la luna. Cuento las hojas del árbol en trashumancia mientras escucho el silencio...

04 septiembre 2005

queríamos tanto a astor (-82)

Queríamos tanto a Astor que no nos importó que al irse nos dejase en la boca un regusto a tierra mojada. Era llegar de visita y los niños ya corrían hacia la puerta a besarlo, a abrazarlo, a llenarlo de babas. Y él, tan acostumbrado a tener el bandoneón entre las manos, a moldearlo, a exprimirlo, a toquetearlo, hacía el gesto cansado de abrazar a los niños, de calentar la pava, de cebar el mate, de bebérselo. Sí, pero todo con gesto cansado. Porque a Astor se le veía cansado de tanto jaleo, de tanta camorra, de tanto quilombo. Teresa y yo lo comentábamos. Che, qué loco. Se nos murió de una tormenta de puñales, de un corazoncito frágil, de tanto festejar por los arrabales bandoneón arriba, bandoneón abajo...
Queríamos tanto a Astor que apenas pudimos llorar al saber que dejaba de arrastrar tanto dolor, tanta pena por este mundo cansado.

03 septiembre 2005

ángeles (-83)

Llegó cargada de plumas y atravesadas las alas de cielo y de sangre y de viento y de frío. Llegó cansada del vuelo de días enteros. Las alas, tan suaves, sus plumas de nieve recién caída de un cielo lejano y tostado por el sol de un día preñado de malas noticias.
Llegó cargada de ganas, cortadas las alas, su sexo en un luto profundo...

La fotografía es © Lilya Corneli

02 septiembre 2005

neil armstrong reflexiona antes del lanzamiento (-84)

con tanta chatarra espacial a nadie se le ocurrió pensar que un satélite podía acabar por descalabrarnos sacarnos de órbita matarnos por partes con todo el universo para pasear pero sin nadie por quien llorar esto es muy importante nadie por quien llorar en voz baja porque llorar en voz alta está muy mal visto dame tormenta dame un sombrero pasado de moda dame ambulancia dame una urgencia digo tengo hambre dices tienes hambre digo tengo hambre de luz y sin embargo tantas horas de luz por delante tantos rayos de sol que uno va encontrándose por la calle tantas hojas de árbol o de libros que unos sí otros no nos hacen llorar reaccionar aburrirnos las más de las veces yo a un libro le pido que me haga temblar igual que a un cuchillo le pido que sepa cortar enterrar este fuego