neil armstrong recuerda desde la luna (-77)
Vuelvo al papel, al amor en la bañera, a la hora de la cena, en la cama, en la nevera. Vuelvo al agua, a la tormenta... Pero esta vez la tormenta está fuera. Esta vez la tormenta está dentro o está fuera, qué más da si ya hemos aprendido a vivir con ella, a cabalgar sobre el rayo, a domesticar las piedras para que no nos caigan en la cabeza. Hemos desaprendido a querer, a no desaparecer, a no empequeñecer porque nos sabemos grandes, pararrayos gigantes de lo que está por venir. Las tareas de la casa eran tan dulces como besarse cuando se hacían a cuatro manos, a otras tantas patas, en la cama, en la bañera, a la hora del desayuno o de la cena...
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