espantapájaros (-94)
Cronometro el silencio. Saco el termómetro y lo dejo escondido entre las piedras. Los grados acuden uno a uno. El mercurio mueve su cuerpo a lo largo del tubo. Extiendo los brazos. Con las palmas vueltas hacia arriba compruebo el peso del aire. Formulo un deseo: que la última estrella de la noche se pose en mi mano. El sol está en lo más alto. Inicio la reverencia. Tengo una varilla de metal que arranqué de un paraguas. A ella acuden todas las tormentas. Tengo una caja de madera donde guardo mis rarezas. Hombre del tiempo, ¿no me traerás hoy una tromba de agua? ¿No me obsequiarás con un rayo de sol? Es todo cuanto necesito para sentirme un poco mejor. A cambio, mantendré en secreto que desvías tormentas para que rieguen tus tierras. Que arrebatas grados al sol para mantener encendida tu hoguera. Que mientes. Que esta noche no es noche de luna llena. Hombre del tiempo, ¿tendrá relación el peso del aire con el peso de mi corazón?
<< Home