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12 noviembre 2005

distinguidos cronopios (-62)

A día de hoy aún me paran por la calle y me preguntan por ti, por tu suerte, por tu paradero, por esa eterna caravana en la que te imaginan viviendo. ¿Qué calles, ciudades, planetas son estos en los que nadie acierta a saber que llevas tantos ¡ay, tantos! años muerto? Eres mi cruz, Django, mi luz y mi sombra, mi asesino, mi hermano.

06 noviembre 2005

marion, indiana (-65)

¿De qué te ríes, necio? Cierra la boca. ¿No ves que por la comisura de los labios se te escapa el odio que te ha teñido todos los dientes de negro?
Eres el raspajo, el cardo, el veneno, el lado más feo del espejo.
Mejor pensado, no cierres la boca. Sigue riendo.
Y tú, el del dedo en alto... ¿Qué se te perdió en las alturas? ¿Nos tienes por ciegos? Vemos la ignominia, el odio, la sinrazón colgando de un árbol. Sabemos de dónde viene la claridad, sabemos de dónde viene la luz.
Y ahora sonreíd. Que vuestros nietos os vean retratados y sobre ellos caiga la vergüenza de teneros por abuelos.